Sustentabilidad

El nuevo espacio debe garantizar que el 100% de los residuos contaminados se envíen para reciclaje, tratamiento o reutilización

Con ciento veinte metros cuadrados de superficie y capacidad para 42 IBC (Intermediate Bulk Containers) en estanterías de paletas, se acaba de inaugurar el Centro de Residuos de TCP, empresa que gestiona la Terminal de Contenedores de Paranaguá. El objetivo del proyecto es tratar los residuos de forma sostenible, teniendo en cuenta los impactos ambientales y sociales y las mejores prácticas de gobernanza. Además de la capacidad inicial, existe la posibilidad de ampliar el espacio de almacenamiento a otros 14 IBC.

Construido en 90 días, la estructura de envases está separada para cada tipo de residuo contaminado, ya sea líquido, sólido, químico, contaminante, peligroso, incompatible, entre otros. Entre sus principales características, el Centro de Residuos tiene capacidad para cinco balsas de contención con residuos oleosos y para seis IBC en la bahía de contención. En cuanto a los residuos secos, el centro cuenta con bahías dedicadas al almacenamiento de pilas, bombillas, baterías, EPI y diversos tipos de bolsas.

Estas zonas disponen de canales que dirigen y segregan en el lugar correcto cualquier residuo que pudiera caerse de los contenedores. El suelo del Centro de Residuos también ha sido impermeabilizado con material tecnológico, lo que evita la contaminación del suelo y facilita su limpieza constante.

Como explica Kayo Zaiats, responsable de seguridad laboral, salud y medio ambiente de TCP, se trata de un centro moderno que cuenta con varios dispositivos de control operativo, lo que proporciona un rendimiento óptimo y evita la contaminación. «Además de proteger la salud de nuestros empleados, este proyecto está en consonancia con los objetivos de TCP de preservar el ecosistema en torno a su zona de operaciones, cuidando el medio ambiente y el bienestar de las comunidades circundantes», afirma Zaiats.

Beneficios

El centro de recogida se utilizará para depositar los residuos contaminados con el fin de garantizar que el 100% de ellos se envíen a reciclar, tratar o reutilizar. «El almacenamiento segregado facilita la eliminación de los residuos según su tipo, permitiendo la mejor eliminación posible y cumpliendo todas las normas legales», añade el responsable de seguridad laboral, salud y medio ambiente de TCP.

La gestión de residuos en el contexto ESG no es sólo una práctica medioambiental; es un enfoque holístico que tiene en cuenta el impacto social y las prácticas de gobernanza para promover un entorno más sostenible y responsable.

Para Zaiats, se trata de un paso más dentro de las estrategias ESG, al fin y al cabo, la iniciativa demuestra la concienciación de la terminal sobre los riesgos que provoca el almacenamiento inadecuado de residuos, tanto para sus empleados como para el medio ambiente. «Forma parte de nuestra misión mejorar continuamente nuestro rendimiento medioambiental y social», concluye.

Isabelle Veloso Sousa