Sustentabilidad

El material recogido en una acción que marca el Día Mundial del Reciclaje se utilizará para comprar suministros y cubrir gastos de la institución.

En la tarde del martes 4 de junio, un equipo de TCP, empresa que administra la Terminal de Contenedores de Paranaguá, entregó 170 kilos de tapas de botellas y precintos de embalajes al Hogar de Ancianos Perseverança. El material fue recogido por los empleados de la Terminal como parte de una iniciativa para conmemorar el Día Mundial del Reciclaje, celebrado el 17 de mayo.

«La campaña “Tampinha e Lacres Solidários” de la Terminal desempeña un papel importante para mostrar que el reciclaje aporta diversos beneficios a la sociedad, ya que garantiza una nueva vida a los artículos desechados y reduce la producción de residuos», afirma Kayo Zaiats, responsable de salud, seguridad y medio ambiente de TCP.

Más fáciles de almacenar y con mayor valor añadido en comparación con otros materiales reciclables, los precintos y tapones donados por TCP al Asilo de Ancianos pasarán a los centros de recogida. De esta forma, el valor del material vendido se destinará a la compra de suministros y a cubrir los gastos de la institución, como la compra de pañales geriátricos y el pago de las facturas de electricidad.

«Además de promover la educación ambiental y fomentar el hábito del reciclaje entre nuestros empleados, la campaña pretende aportar solidaridad y apoyo a los ancianos que acoge la institución, personas que han dejado su legado de trabajo y respeto por Paranaguá», afirma Zaiats.

Fundado en 1940 como Asociación de Asistencia a los Necesitados, el Hogar de Ancianos Perseverancia adoptó este nombre en 2019 y hoy atiende a más de 60 personas. Este es el segundo año que la Terminal organiza la campaña y dona el material a la institución: en 2023, la acción recogió 81,4 kilos de precintos y tapones.

El pádel medioambiental recoge casi 600 kilos de material reciclable

En abril, el TCP realizó la 6ª edición de la Paleta Ambiental, acción que reúne voluntarios de la Terminal y de la comunidad de Parnanguara para recoger residuos acumulados en las márgenes del río Itibere, promoviendo la educación ambiental y la limpieza de uno de los bienes naturales más importantes del municipio.

Este año, más de 100 voluntarios recogieron 996 kilos de residuos durante las cuatro horas que duró el evento. De este total, 596 kilos eran material reciclable, que se envió a la Asociación de Recogedores y Recicladores de Nova Esperança, situada en la isla de Valadares.

Isabelle Veloso Sousa