Alumnos y profesores de Ilha de Amparo y Piaçaguera visitaron lugares históricos y museos de la capital paranaense.
El pasado viernes (29), alumnos de la Escuela Estadual Antônio Paulo Lopes, ubicada en la Isla de Amparo, en la Bahía de Paranaguá, viajaron a Curitiba con el apoyo de TCP. El viaje es una celebración del fin de las obras de remodelación de la escuela, realizadas por TCP y concluidas a fines del año pasado.
El grupo, formado por 28 alumnos de entre 10 y 16 años, que cursan del 6º al 9º año de la Escuela Primaria II, y los profesores de la escuela, viajaron desde la Isla de Amparo y Piaçaguera hasta Paranaguá en barco, donde tomaron un autobús hasta la ciudad de Curitiba. Al llegar a la capital, visitaron el Passeio Público, el Museo Rosa Cruz y el Parque de las Ciencias. Todos los lugares visitados fueron elegidos estratégicamente por el personal docente de la escuela, en función del proyecto pedagógico de cada asignatura.
Esta ha sido la primera salida de la escuela fuera de la costa desde su apertura en 2012. Para la directora, Cecilia do Rocio Correa, este viaje es muy importante para los alumnos. «Para la escuela, este viaje es la realización de un sueño. Muchos niños tienen la oportunidad de visitar Curitiba por primera vez, y poder mostrarles, en la práctica, parte de lo que aprenden en la escuela realmente estimula su aprendizaje.»
Apoyar esta visita forma parte del compromiso de TCP con la comunidad. Para el superintendente institucional de TCP, Allan Chiang, ofrecer experiencias como ésta a la comunidad es fundamental. «Esta iniciativa proporcionó acceso a la educación y a la cultura a los niños de la comunidad de Parnanguara. Esta acción refuerza el compromiso y el esfuerzo de la Terminal por promover la educación y el bienestar de las comunidades», destacó Chiang.
Renovación de la escuela
En 2022, TCP, en colaboración con Fundepar (Instituto Paranaense de Desenvolvimento Educacional) y el gobierno del estado, construyó una nueva estructura. La escuela funcionaba antes en una sala de madera, y hoy el nuevo espacio tiene 70m², divididos en dos aulas, una sala de administración, una cocina y aseos (masculino y femenino).
La demanda de la escuela pública Antonio Paulo Lopes surgió como resultado del diagnóstico socioambiental participativo (DSAP) realizado como parte del programa de educación ambiental para la comunidad, vinculado a la licencia ambiental de TCP. En este DSAP, las comunidades del entorno de la Terminal fueron consultadas y, en este diálogo, se presentó la necesidad de construir una escuela en Amparo.
La construcción realizada por la Terminal permitió el acceso de los niños de la Isla de Amparo a la Escuela Primaria II, en una estructura capaz de atender a los alumnos y al cuerpo docente, posibilitando el acceso a la educación y el desarrollo de la comunidad.